Os presento a Óliver, a.k.a. Ó-bebé , también conocido como Shin-Chan.Ó-bebé es el bebé de mis amigos Noe y Gamba, parece chinito, pero no lo es, aunque yo tengo mis dudas de que a mi Noe le hayan dado el cambiazo. Noe a veces es muy despistada, aun recuerdo el día que le echó la cascara del aguacate al guacamole...jijiji
Nació hace ya mas de dos meses, pero claro, el pobre se quedó sin dibujo porque yo estaba en pleno proceso de autodestrucción (cosas que me pasan de vez en cuando), y apenas dibujaba.
No por eso le quiero menos, para nada, yo a Óliver lo quiero una barbaridad.
Lo vimos crecer dentro de su mami y lo sentimos ya cuando aún estaba en la barriga, gracias a mi comió sushi (bueno, gracias a su padre también, pero gracias a mi, comió más), cupcakes, brownie y muchas cosas mas con las que sobrealimenté a mi amiga durante su embarazo en las cenas/meriendas/comidas de chicas, con la esperanza de que así Ó-bebé me quisiera nada mas salir, a lo mejor así hacíamos vínculo, ¡yo que sé!
La cosa es que ya está aquí y ya lo conocemos bien.
Ó-bebé es un tipo tranquilo que apenas llora, es muy simpático y se deja coger por todo el mundo sin protestar, es muy listo, de echo es tan listo que le pone ojitos a las niñas, a las que nos tiene enamorás desde el primer momento, con sus muequitas y sus sobreactuaciones como dice su tita Marina.
Además, Ó-bebé tiene un factor absolutamente irresistible que son dos mofletones enormes que cada día son mas grandes, que unido a su boquita de piñón lo hacen un niño adorablemente irresistible, y como él lo sabe, lo explota a tope, ya os digo que es listo, dejad que tenga 15 años mas, ¡que va a tener a las niñas de su clase loquitas!
